Una imagen hace referencia a una figura, representación, semejanza y apariencia de algo. En el caso de la imagen corporativa, también es llamada entorno empresarial; habla de aquello que circunda o rodea a la empresa como un solo cuerpo. También se habla de identidad corporativa como el contorno o el borde externo que comunica en forma voluntaria o no, los rasgos particulares de la personalidad empresarial.

La imagen personal también está asociada con la identidad del individuo, y enmarca la manera de comportarnos, cómo nos expresamos, cómo nos presentamos a los demás, cómo nos perciben los terceros y, por supuesto, cómo nos vestimos.

La imagen personal debe comunicar nuestro mundo interior, así como circunstancias externas entre las cuales están nuestra vida personal, vida laboral, edad y estilo de vida. Si eres una persona que no siente, por lo general, especial interés hacia el mundo de la moda o el estilo, es probable que consideres a la imagen personal como un asunto en segundo o tercer plano, del que no tienes tiempo ni cabeza para ocuparte.

Pero déjame decirte que la imagen personal es nuestra carta de presentación, e inclusive en el ámbito laboral, una primera impresión favorable puede ayudarte a obtener ese trabajo que quieres, a cerrar esa negociación tan importante, o a conseguir ese cliente que siempre soñaste, por lo cual es todo menos un asunto superfluo.

Si estás transitando por una nueva etapa en tu vida, como puede ser: un nuevo empleo o cargo, cambio de estado civil o estás en búsqueda de pareja, una emigración hacia un clima diferente y cultura a la que eres ajena, empezaste la universidad o tu vida laboral, te convertiste en madre, entraste a una nueva década en tu vida, bajaste o subiste de peso en muy poco tiempo; deseas lograr un objetivo retador en donde entra en juego tu imagen personal, como puede ser ocupar un cargo político o ganar una contienda electoral; requieres ayuda para vestir en alguna ocasión en específico, por ejemplo, un evento diurno eclesiástico, graduación, boda (tanto de invitada como de novia), cena especial, sesión de fotos, evento académico, fiesta en la oficina o un viaje a una región distante; entonces necesitas a alguien que te ayude a diseñar la mejor versión de ti misma o ti mismo, y proyectar así la imagen que deseas.

Si me preguntas a mí, la clave para proyectar una buena imagen personal viene de la coherencia, el equilibrio y el sentido común. ¿Por qué? Es importante de que tu imagen personal hable de quién eres, pero también se adapte a tu situación específica de vida, como puede ser ir con vestimenta acorde a tu lugar de trabajo o estudio, que encaje con tu profesión. Por ejemplo, si trabajas como yo, en el ámbito creativo, tu dress code puede ser tan flexible como quieras, si eres mamá de niños pequeños deberá primar la comodidad ante todo, y si ya no te sientes tan cómoda con tu aspecto físico, es hora de enfocarnos en resaltar esas características positivas que te hacen única y hermosa.

Es de suma importancia prestar atención a la higiene y la limpieza, que las prendas de ropa y calzado se encuentren en buen estado y en perfectas condiciones, que el estilo “al descuido" sea planificado, usar prendas con un talle adecuado según tu tipo de cuerpo, que sepas discernir entre los códigos de vestimenta que amerita cada ocasión, y que tu estilo sea coherente con tu lifestyle.

Los asesores de imagen personal deben reconciliar la identidad del cliente con los objetivos personales de este, y así ayudarlo a proyectar una imagen auténtica, segura y verosímil. La idea es que puedas reconciliarte con tu clóset y hacer del proceso de vestirte cada mañana, un momento ameno.

Es importante resaltar que un buen asesor de imagen personal debe abordar la naturaleza humana del cliente, mostrando empatía, intentando entender la situación actual de su asesorada y la razón por la cual está solicitando la asesoría. La fashion consultant debe poder identificar cuál es el elemento diferenciador que tiene el o la cliente, y tenerlo presente al momento de diseñar una imagen acorde a los objetivos, de modo que sea sostenible en el tiempo y no un “disfraz" ajeno a la personalidad del cliente.

Una asesoría de imagen debe comenzar con un cuestionario o una primera entrevista, a manera de "historia clínica", para conocer tu situación actual y lo que te motivó a tomar una asesoría. Aquí las preguntas serán tan disímiles como hobbies, cuál es tu carácter, talla y medidas, rutinas y cambios que transitas en tu vida.

Un primer contacto personal en videollamada, o en vivo, ayudará a crear un vínculo con la asesorada, en donde conversaremos más a fondo sobre el motivo de la asesoría y definir el estilo en concreto del cliente. Lo más común es que él o ella no tengan un estilo muy marcado, entonces es interesante ahondar en cuál es el estilo que más le atrae, así como el dress code en donde se desenvuelve, para desarrollar la imagen más congruente.

El asesor enviará las pautas de trabajo para determinar cómo vestir según tu tipo de cuerpo, qué le va mejor a tu tipo de rostro, y los colores que te favorecen más. Es importante aclarar que todos nos podemos poner lo que queramos, usando el largo y corte adecuados, trabajando diferentes matices de color y adaptando tu cabello a tu personalidad. La tarea del asesor de imagen no es prohibir cosas, sino ofrecer soluciones a los problemas expuestos por su cliente.

La siguiente tarea es la de la limpieza de clóset, closet detox o decluttering. El asesor te ayudará a decidir qué debe quedarse y qué debe irse, así como analizar cómo trabajar con lo que ya hay en tu clóset, y qué le hace falta según tu estilo. Si solicitas también el servicio de personal shopper, puede ayudarte a ser una guía en compras online con tus wishlists en las tiendas online de tu preferencia, de acuerdo con las recomendaciones realizadas, o incluso acompañarte a las tiendas y juntas reponer los básicos que más necesitas.

De tu asesora de imagen recibirás un entregable con todas las recomendaciones sobre estilismo, piezas y looks propuestos, consejos sobre maquillaje y cabello, y cualquier otro requerimiento que hayas manifestado en la consulta.

Por último, el o la fashion consultant debe poner especial atención en la posventa, haciendo un seguimiento de las inquietudes de su asesorado, así como de su feedback, pensamientos y sentimientos luego de la sesión.

Mucho gusto, soy Jessymar Daneau Tovar, y estoy certificada como asesora de imagen personal y personal shopper por Project Glam, y como fashion stylist por el Centro de Estudios Creativos (Cecrea). Me encantaría ayudar a comunicarte asertivamente a través de la imagen que proyectas. Geográficamente me encuentro en Caracas, Venezuela, pero, gracias al poder de la tecnología, me es posible trabajar para ti en cualquier lugar del mundo. Si estás interesada o interesado, puedes escribirme a latroupeblog@gmail.com y solicitar una cita, consultar mis servicios como asesora de imagen.

También puedes conocer un poco más sobre mi trabajo en la sección de About me.

Tal como cualquier otro servicio, el freelancer es quien establece el precio de su trabajo, según considere pertinente de acuerdo a su experticia. Dicho esto, una asesoría de imagen personal puede llegar a costar hasta 200 euros, pero considero que lo justo para mí serían 100 dólares, tomando en consideración la extensión del entregable presentado. Sin embargo, otros asesores de imagen trabajan en función a las horas empleadas, en donde cada una puede valer unos 20 dólares.

Recomiendo a Project Glam y al Centro de Estudios Creativos (Cecrea). Tienen buenos precios y calidad del contenido.

Espero haber respondido tus dudas sobre asesoría de imagen, ante cualquier inquietud, estoy disponible en mi Insta como @letroupe.

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Jessymar Daneau Tovar