¿Cómo empezar tu diario de journaling emocional?


Mi comienzo con el journaling fue una serendipia que se dio instintivamente cuando, en medio de una pelea mental con mi ex-novio, tomé mi libreta de anotaciones, y escribí en lápiz ideas aleatorias que describían mis más oscuros sentimientos

Allí quedaron guardadas aquellas líneas pasivo-agresivas, y continué con mi vida cotidiana. 

Una mañana de octubre de 2019, al llegar de un evento, recuerdo haber recibido un mail con las palabras que menos esperaba de él. Entonces, escribí mi respuesta, mucho más meditada, seleccionando qué era lo que a mi criterio valía la pena decir, y lo que era mejor callar para siempre.

Al clicar el botón de ‘Enviar’ en mi Gmail, sentí cómo literalmente se esfumó un peso dentro de mí, y finalmente encontré una paz interior que no había experimentado desde hacía cuatro años.

Esa mañana empezaron los mejores cinco meses de mi vida reciente, en donde me sentía más confiada en mí misma, magnética, plena y feliz. Hasta que llegó la pandemia, pero ese ya es otro tema…

¿A qué viene toda esta historia? A contarte que documentar por escrito un diario de emociones es una de las mejores decisiones que puedes tomar en la vida. Yo misma pensaba que tener un journal que abriera con “Querido diario, hoy…” se trataba de un lugar común teenager superado, y resulta que en mi adultez se ha convertido un una herramienta terapéutica, haciéndolo ya mucho más conscientemente.

Recién caí en cuenta de lo importante que ha sido documentar mi vida a través de un diario de emociones, cuando realicé el curso Journaling para una vida de expansión” de mi querida Michelle Santos (quien también tiene contenidos de journaling y creatividad INCREÍBLES a los que te puedes suscribir en su Patreon), y me sirvió para aterrizar ideas que ya me había planteado mi psicóloga en terapia. 

No deja de sorprenderme que, a pesar de ser tan joven, Michelle haya desarrollado tanta madurez, logre poner en práctica la teoría sobre relaciones interpersonales, y guiarnos en nuestro proceso de autoconocimiento que, en sus propias palabras, es “tomar el poder de ti mismo”.

Mis clases favoritas del curso “Journaling para una vida de expansión” fueron las 2 y 3 del segundo módulo, en donde Michelle nos da las claves para hacer journaling que nos acerque a una vida plena en el ámbito personal; pero si prefieres hacer un diario para desarrollar tu creatividad en cualquier oficio o profesión, pero sobre todo en aquellos que exigen mayor ejercicio creativo, también encontrarás un módulo para ti.

Si tienes dudas de cómo empezar tu journaling, Michelle te regala 30 promts o disparadores de escritura para todo un mes al suscribirte a sus cartas mensuales aquí.

No sé por qué otrora yo relacionaba llevar un journal con tener una agenda bonita, decorada con lettering y doodles, instantáneas de momentos especiales, collages, frases inspiradoras y postales, como en Pinterest. Con este curso aprendí que esta es solo una parte –muy estética– de documentar tu vida, pero en esencia, el journaling se trata de pensar fuera de la caja por medio del manuscrito.

Tal como su premisa lo indica, Journaling para una vida de expansión’ son 33 minutos que te servirán toda la vida. En mi caso se extendieron a dos noches, de tantas veces que me detuve a tomar nota, reflexionar y hacer prints de pantalla, así que aproveché cada segundo.

Si tienes dudas de si comenzar a hacer journaling, te soy sincera: al principio puede resultar agotador tener que analizar todo en cuanto pensamos, pero te ayudará a organizar mejor tus ideas, y es el camino hacia una mejor estabilidad mental.

¿Te cuento un secreto? Una manera más que encontré de documentar mi vida es hacer instastories con todos mis momentos, así sean de los más triviales, y en días de vacío emocional, me detengo a revisar mi archivo. Así me doy cuenta de que no estoy sola, y que mi vida no es aburrida ni miserable, como mi mente me hace creer.

Coordenadas:








Jessymar Daneau Tovar (@letroupe)

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