Desde Margarita, Isla Fértil: TARBAY se une a la Peregrinación Marítima de la Virgen del Valle 2025


TARBAY, marca venezolana de resortwear, joyería y complementos con un legado de 24 años de trayectoria dentro y fuera de nuestras fronteras, participará en la Peregrinación Marítima de la Virgen del Valle en la Isla de Margarita por cuarto año consecutivo, con el propósito de honrar a la patrona de los pescadores y preservar la cultura margariteña. 







La mañana del 20 de agosto, aliados de la marca y medios de comunicación fuimos convocados a su boutique del Tolón Fashion Mall, para conocer la programación 2025 de esta tradición mariana del Oriente del país, celebrada cada 7 y 8 de septiembre.


El hilo conductor que Tarbay desarrolla este año es rescatar la Historia de "Margarita antes de las Perlas", un homenaje a la tierra fértil precolombina de la Isla, el verdor en donde prosperaron cultivos y ganado hasta 1526, cerca de la fundación de la Provincia.


Ana Sofía Tarbay, Co-Fundadora y Directora Creativa de TARBAY, junto a Aura Marina Hernández, Directora de Blue Press Service, fueron las encargadas de develar tres grandes hitos para la marca: En 2026 se conmemorarán los 500 años de la Virgen del Valle y los 25 años de Tarbay, por lo cual se augura una celebración en grande, mientras que este año la revista Vogue Latinoamérica enviará como corresponsal a la periodista venezolana Amira Saim y al reconocido fotógrafo, también venezolano, Santiago Méndez, para cubrir la peregrinación.


Este no es un hecho azaroso, sino impulsado por un heritage de casi medio siglo de trabajo artesanal, que fusiona técnicas ancestrales con su Island Glamour, impactando positivamente en la comunidad en donde están enraizadas, mejorando la vida de sus artesanas -algunas de origen guaiquerí-, su DNA inconfundible, y ser una marca de tradición familiar, con un propósito claro: enaltecer a su Isla Bonita.


Marta Tarbay, como Directora de Diseño y Producción de la marca, ha ideado la Virgen del Valle 2025 como un tributo a la Luz de la Tierra Fructífera de Margarita, a través de sus vibrantes colores. Esta pieza cuenta, además de una perla central en su corona que simboliza el futuro, con las gemas: moonstone, iolita, ónix verde, aguamarina, topacio, tanzanite, tsavorita, amatista verde, cianita, amatista cornalina y calcedonia. 


Los charms de la Virgen del Valle serán bendecidos durante la peregrinación marítima que reúne a peñeros y otras embarcaciones en una sola tradición, que trasciende a la religiosidad y tiende un puente entre la identidad venezolana, su historia y su idiosincrasia. Una celebración que enaltece el arraigo cultural y contribuye a “hacer país” desde sus propios espacios.


La rueda de prensa también contó con la presencia de Ana Sofía Tarbay, CEO y Directora Creativa de TARBAY, acompañada de cinco representantes de marcas aliadas: Javier Escalante (Láser Airlines), Nahilyn Guzmán (GLAMM de Banplus, aliado principal de la experiencia por segundo año consecutivo), Shania Arrundel (Viajes Humboldt), María Fernanda Vera (La Wawa) -quién rememoró su experiencia con Melao-, y Aura Marina Hernández (PR de TARBAY). 

Victor Carbonara, como embajador de Ron Santa Teresa, ideó un coctel especialmente para esta ocasión, inspirado en los sabores de la Isla de Margarita, que combina Santa Teresa 1796, jarabe especiado con ají margariteño (endémico de la Isla, y completamente dulce), té negro y zumo de naranja.

También disfrutamos de bites de pavlovitas y calas por cortesía de Pavlova Caracas y Jardín La Riviera, y un obsequio para la prensa gracias a TARBAY y Blue Press Service.



En la rueda de prensa, Javier Escalante, Gerente de Comunicaciones y Mercadeo de Laser Airlines, aseveró que estiman una afluencia de 10.000 pasajeros en la ruta Caracas-Porlamar durante el mes de septiembre, la cual es una oportunidad de oro para la actividad comercial en la Isla.

Este año, la experiencia cuenta con el respaldo de un grupo de aliados venezolanos que, desde distintos sectores, apuestan por la cultura y el arraigo: GLAMM de Banplus, Farmatodo, Láser Airlines, Viajes Humboldt, La Wawa, Santa Teresa, Polar Light, Bodegas POMAR, Minalba, LD’ Hoteles, Juana La Loca, Media Naranja, Valery Dermesropian, Café La Protectora, Planterra, Academia de Moda UCAB, Blue Press Service, la Biblioteca Pública Central Loreto Prieto Higuerey y Vanessa Farina, juntos en el compromiso de preservar la riqueza cultural venezolana.


La Peregrinación Virgen del Valle TARBAY 2025 se perfila como una experiencia colectiva que une fe, milagro, esperanza, tradición, cultura, arte, historia, gastronomía, turismo y moda, reafirmando la identidad de esta región venezolana.


Margarita: Historia de una Tierra Fructífera

En su discurso de apertura, Ana Sofía Tarbay destacó: “La Peregrinación Virgen del Valle 2025, que celebraremos el 7 y 8 de septiembre con un gran cronograma de actividades, se inspira en Margarita como tierra fértil, abundante y devota. Mucho antes de que la extracción de perlas definiera su historia, sus primeros pobladores, los guaiqueríes, cultivaban la yuca, la batata y el ají margariteño. De ellos heredamos los saberes de la tierra, cuyos frutos aún habitan en nuestra memoria colectiva. Esta edición rinde homenaje a esa Margarita precolombina: agrícola, colorida y frutal. Deseamos que cada participante sienta la generosidad de esta tierra a través de sus colores, sabores y texturas, conectando con el patrimonio que nos une como sociedad”.

Es por ello que, entre las actividades que TARBAY tiene preparadas para sus invitados a la Peregrinación 2025, está un almuerzo multisensorial liderado por la Negra Yuraima, chef que además es una apasionada de la historiografía de la Isla antes de las perlas, y antes de la Virgen. La experiencia gastronómica ocurrirá en la Biblioteca Pública Central Loreto Prieto Higuerey, que alberga esa Historia:

La agricultura precolombina en la Isla de Margarita se basaba en el cultivo de productos como la yuca (manihot esculenta), así como el maíz, el plátano, el ají (especialmente el ají margariteño) y diversos frutales. La evidencia arqueológica sugiere que la yuca fue el cultivo principal, adaptándose a los recursos de la isla y constituyendo la base de la economía para esta etnia aborigen. 

La etnia guaiquerí habitó la Isla durante más de 4.300 años antes de la Conquista y colonización, y desarrollaron su propia economía agrícola, empleando el sistema de conucos para cultivar sus alimentos, que consistía en huertos de pequeña y mediana extensión, mientras que la pesca era una fuente vital de sustento para las comunidades precolombinas de Margarita. 

Según Rojas, Weimber (2010): “La historiografía tradicional solo se ha limitado a la economía margariteña del Siglo XVIII, únicamente desde el ángulo de la pesca lo cual constituye una imprecisión, pues desatiende el análisis de varios datos y testimonios que fundamentan que en suelo isleño también hubo una participación de los rubros agrícolas con incidencia en la economía local y regional (…)"

La Provincia de Margarita fue la primera y más antigua del territorio venezolano colonial, destacando por su papel en el ordenamiento territorial. Junto a Cubagua, inició actividades económicas basadas en la explotación de perlas, siendo estratégicamente vital para la Corona española dada su ubicación geográfica, y un fenómeno económico significativo en la economía venezolana del Siglo XVIII.

Este punto estratégico también fue clave para actividades clandestinas como el contrabando de sal y la piratería, principalmente por los holandeses, y para el comercio marítimo lícito con Santo Domingo, San Juan de Puerto Rico y Cuba.

En el Siglo XVIII, aunque escasearon las perlas, la isla mantuvo su importancia por la agricultura. A pesar de su condición insular y la escasez de recursos básicos como el agua y la tierra, el bajo índice de pluviosidad y las pobres condiciones hídricas del subsuelo por el alto contenido de salinidad, los margariteños, con sus laboriosas manos, adoptaron métodos y formas de trabajar de manera estable el suelo fértil de la Isla, permitiendo una notable actividad agrícola. 

De este modo cultivaron diversos productos como plátanos, dátiles, nísperos, anón, cereza, pan del año, lechosas, melón, patillas, auyamas, yaguarey, naranja, limón y tabaco, especialmente en poblaciones alejadas de las costas, asentándose en en los valles del Espíritu Santo y Santa Lucia (La Asunción), Tacarigua, Paraguachí, San Juan y Pedro González. También procesaban algodón para hamacas y caña de azúcar para ron, manteniendo estas actividades hasta la Independencia.

En 1817, las tropas realistas destruyeron gran parte de estos cultivos y paisajes costeros, entre ellos las matas de cocos que había en el puerto con los frutales que se encontraban en los patios de las casas, así como las asociaciones de cultivo de maíz, yuca y cambur.

Coordenadas:

Web Online (Vzla, U.S. y worldwide shipping): www.tarbay.com
Instagram: @tarbay

Jessymar Daneau Tovar (@letroupe)

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