En medio de veintidós días sin servicio de Internet y cerca de dos meses casi sin poder tomar libremente el Metro ni salir sin respirar gas lacrimógeno, no podía escribir otra cosa diferente a como me siento actualmente.
Yo no me considero una persona elegante, pero sí planeo serlo algún día. Para todas aquellas personas que, como yo, nos encontramos en la búsqueda de una mejor versión de nosotros mismos, me inspiré al escribir este artículo para Tienda de Vestidos.