Carolina Herrera Otoño-Invierno 2023-2024 y su inspiración imperial

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La colección Carolina Herrera Otoño-Invierno 2023, presentada por el director creativo de la marca, Wes Gordon, se inspira en la dicotomía de disciplina y grandeza que se encuentra en 'Sisí', la emperatriz Isabel de Austria. Sisí, una figura deslumbrante que no temía romper las reglas y destacar, sirve de punto de partida para esta temporada, anunciando la adopción sin complejos de la belleza y el drama.


Se explora el concepto de opulencia extrema y lo que significa hoy en día, y no sólo en su manifestación visual. Hay opulencia en el tiempo y la atención dedicados a la creación de una pieza, opulencia en el compromiso con lo mejor de la construcción y la artesanía del atelier de Carolina Herrera, opulencia en cómo se siente una mujer cuando se pone el vestido, la voluminosa forma de su falda sostenida por capas de tul ligero como una pluma, o un traje a medida cortado al milímetro.



La rigidez de la corte de los Habsburgo, en contraste con la libertad y el romanticismo por los que luchaba Sisí de disciplina mezclada con exuberancia y grandeza en toda la colección. Los vestidos con escotes retrato y románticos pliegues en espiral sitúan a la mujer Carolina Herrera en el centro de atención. La vívida paleta de colores en tonos joya se basa en suntuosas texturas de terciopelo y tafetán en negro, doradas con bordados dorados.



Las rayas geométricas cobran protagonismo en una miríada de meticulosas construcciones, prendas de punto y drapeados. Las prendas de día, como la característica camisa blanca de algodón de Carolina Herrera o el pequeño vestido blanco de lentejuelas y tweed, confieren a la mujer una innegable fuerza de presencia.


La opulencia no tiene por qué ir en detrimento de la comodidad y la modernidad: Un vestido de punto hasta el suelo está adornado con cristales de Swarovski que brillan con luz tenue o un amplio vestido en forma de dramático anorak con capucha está confeccionado en decadente chine chine, confeccionado con hilos estampados por urdimbre en morado oscuro y verde esmeralda. 



La mujer Carolina Herrera se transforma en una emperatriz moderna esta temporada, celebrando su descarada apreciación de la belleza y el glamour, como Sisí siglos antes que ella.


Según Michael Wohlfart, comisario del Sisi Museum de Viena, la emperatriz “Isabel sabía cómo enfatizar su figura con la ropa apropiada, y eligió conscientemente determinados cortes, tejidos y colores (...) Su gusto en la moda fue individualista, sencillo, y al mismo tiempo, muy elegante. Ella tenía poco interés en los elaborados vestidos de la corte”. 



El especialista comenta a Vogue que Sisí desde muy joven prefirió llevar tonos oscuros, como gris, verde y azul, mientras el blanco y el negro integraban una de sus combinaciones cromáticas preferidas. De hecho, señala que llevaba un abrigo negro de plumas de garza y forro de seda cuando fuera asesinada en por el anarquista Luigi Lucheni en Suiza, en 1898.



La soberana era aficionada a la vida deportiva, por lo que llevaba “pantalones largos y ajustados hechos de punto, parecidos a los leggings actuales”, describe Wohlfart. Sisí solía acentuar su pequeña cintura y utilizaba pesos de plomo en los bajos del vestido para otorgarles una buena caída.



Para su coronación como reina de Hungría en junio de 1867, llevó un diseño del padre de la alta costura, Charles Worth. Su guardarropa cambiaría drásticamente luego de la muerte de su hijo Rodolfo, que se suicidó con 30 años junto a su amante en 1889; fue entonces cuando Isabel adoptó el negro como su uniforme.


Finalmente, sus viajes hacia el Imperio Otomano influenciaron directamente su estilo al vestir, logrando una fusión multicultural con los estilos orientales. 


Con información de Blue Press Service.


Jessymar Daneau Tovar (@letroupe)

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