Noelia Ramírez de El País considera a los leggings como “el uniforme de batalla de la mujer freelance" y yo no podría estar más de acuerdo. Su origen se remonta al medioevo, cuando protegían las piernas de los caballeros medievales. Con la edad contemporánea aparecieron en la moda femenina en la década de los 60, cuando diseñadores como André Courrèges propusieron leggings debajo de vestidos de mujer futurísticos: la carrera espacial determinaba la cultura pop a su paso.

En aquella época eran una prenda de andar por casa, hasta que en los 70 Olivia Newton-John desatara la euforia con su aparición en Grease con unos ajustados leggings de cuerina. Fue cuando se comenzaron a usar en las noches de la fiebre disco de Studio 54.

El culto al cuerpo y a los aerobics en los 80 reintrodujo a los leggings en el ámbito deportivo, y la locura multicolor los presentó con leotardos de colores, pantalones cortos y todo tipo de superposiciones. Los leggings en la década de los 90 y 2000 fueron los protagonistas de los peores outfits, por lo que no eran vistos con buenos ojos por el consenso popular.

Durante toda su historia, los leggings, además de comodidad, han sido una prenda arriesgada, informal y subversiva. La misma Noelia Ramírez los describe como “la nueva quema de sostenes" feminista, un objeto de liberación de la rigurosidad y una declaración de independencia del propio cuerpo femenino ante la mirada atónita de los más conservadores.

En la década de 2010, los leggings regresaron bajo camisas y camisetas oversize, faldas de jean y vestidos de mujer cortos, en una tendencia que yo aún no entendía muy bien, y a la que sinceramente fue difícil integrarme. Y a partir de entonces, se quedaron junto al athleisure, que enaltece a la mujer multitarea. La periodista Anne Helen Petersen describe la escena cotidiana de esta manera: “Los pantalones de yoga pueden parecer desaliñados para tu madre, pero son eficaces: puedes pasar sin problemas de una clase de ejercicios a una reunión por Skype o a recoger a los niños".

Hoy top models como Gigi Hadid y Kendall Jenner los llevan en sus estilismos a todos lados, mientras la socialité Kim Kardashian los usa con tacones, y Rihanna los lleva con el estilo hip-hop. El año pasado aparecieron con looks más formales de la mano de los biker shorts.

Con toda esta diversificación de diseños, formas y colores, una vez que los pruebes, no podrás dejar ir tanta comodidad. Hoy estoy amando a mis leggings de Pull It Off, hechos en Italia que me encantaron por sus diseños originales. Los míos son el modelo “Birds of a Feather”, mi disclaimer es que transparentan un poco atrás. Si te animas a ir por ellos, tienes un 35% de descuento en la web de pullitoff.it con el código 'jessymar2020'.

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Jessymar Daneau Tovar (@letroupe)