Cada vez que apoyamos al diseño venezolano estamos aportando al crecimiento de la economía nacional y al Producto Interno Bruto. Al comprar una pieza de diseño venezolano, nuestro dinero se queda en el país y no en las grandes transnacionales que trabajan bajo condiciones laborales cuestionables y una precaria cultura ambiental.

Además, al invertir en producción nacional estaremos reduciendo el impacto ambiental que significa el transporte de las prendas desde el lugar de elaboración hasta las manos del consumidor. Es por estas razones que apoyar el consumo local de moda, estaremos aportando algo a la sostenibilidad del ambiente en el que nos desarrollamos.

Investigando un poco en el tema me topé con un concepto que se utiliza en la agricultura pero que resulta perfectamente aplicable a la moda sostenible: el Kilómetro Cero. 

El concepto de Km 0, fue usado en los protocolos de Kioto y sucesivamente aplicado a la agricultura para identificar a los productos vinculados a un territorio, que ahorran gigantescas emisiones de de CO2 de los alimentos que viajan centenares de miles de Kilómetros hasta llegar al plato. Según el Km 0, consumir productos de las cercanías implica un ahorro energético, asegura y brinda puestos de trabajo local y garantiza que se coma de acuerdo al ciclo natural de producción.

Espero que la próxima vez que tengamos que irnos de shopping, tengamos en cuenta al talento local :)

El Look

Romper: Me Gustan Tus Bananas

Zarcillos: Project Jungle Chick

Zapatos: Aishop

Brazalete: Tonnos

Dress for less:

Jessymar Daneau Tovar (@letroupe)

Fotos: Daniel Baute